viernes, 3 de septiembre de 2010

Rosario 2010 - Succi con champagne

Belén, figura ante Corea, admira a Iker Casillas y Carrizo, pero no conoce a Hugo Gatti, de quien imita La de Dios. “Es buenísima”, asegura.

Sonríe, Belén Succi, pese a estar acostumbrada a cargar con el muerto. Y a no pensar mal: el muerto es un bulto pesado que contiene cada una de las partes del traje protector que usan las arqueras. Goofy sonríe como todos los días y no parece importarle mucho el haber sido figura contra Corea. “Tuve un par de tapadas difíciles, pero la defensa jugó bárbaro. Hicimos un gran trabajo y no sufrimos mucho”, dice, como si las dos tapadas clarísimas (un bochazo tras un rebote en la salida de un corto y un mano a mano sobre el final) no fueran dignas de mención. Belén disfruta de un puesto siempre calificado como ingrato y sostiene que de ningún lugar se vive el partido como desde el arco.

-¿Cómo fue que terminaste siendo arquera?

-Empecé en el CASI, como jugadora de campo. Y como mi mamá Lucrecia fue arquera, se ve que me tentó. De chica también hacía handball y natación, de entrada el hockey no era al que más me dedicaba. Y como me cansaba hacer tantos deportes, empecé a atajar para no desgastarme. Y me gustó y disfruté de esa adrenalina que se vive en el arco, en esos cinco segundos en que se define todo. Nadie vive un partido como la arquera. Mi hermana me cargaba, me decía que yo no hacía nada. Entonces la desafié para que atajara un partido de Primera del CASI en el que yo estaba afuera porque tenía mononucleosis. Y salió muerta. “No-doy-más”, me dijo. Es que el estrés es tremendo y no lo cambiaría por nada.

-Es como un juego dentro del juego.

-Es así. La arquera no tiene margen de error. Un jugador puede andar bien o mal y quizá los errores se disimulen, o el resto del equipo los corrija. Con el arquero eso no pasa, no se puede equivocar. Estás todo el tiempo maquinando que no te pueden hacer un gol. Un error te puede hacer perder el partido. Quizás en un corto saliste antes por ansiedad y eso hace que estés mal ubicada y que te hagan conviertan. A mí me pasó.

-¿Te preparás mucho mentalmente?

-Sí, se trabaja un montón. Pensá que además estamos con un sobrepeso de 10 kilos por el equipo. Caerse y levantarte con ese lastre es tremendo. Hay veces que parece que no das más. Y sin embargo tenés que seguir, eso es un laburo mental tremendo. Esto no es como el fútbol...

-¿Mirás arqueros de fútbol?

-Un montón, en el Mundial yo opinaba todo el tiempo sobre los arqueros.

-¿Tus preferidos?

-Iker Casillas me parece el mejor. Es serio y está siempre bien ubicado. No empezó bien el Mundial pero levantó un montón. Después, creo que Gianluigi Buffon sacó a Italia campeón en Alemania 06. Y de los argentinos me parece que Juan Pablo Carrizo tendría que haber estado en Sudáfrica, aunque Chiquito Romero tiene un futuro increíble por las cosas que hace y la edad que tiene.

-Hacés La de Dios: ¿sabías que viene del fútbol?

-No tenía idea, pero es buenísima, porque el delantero te enfrenta y en general la bocha te pega a vos. En el hockey tenés que tener cuidado, hay que cubrirse bien para que la bocha no se te meta por un hueco.

-¿Y sabías que la inventó el Loco Gatti?

-No, nunca lo vi jugar ni vi videos de él.

-Le decían Loco porque revolucionó el puesto.

-Con el tiempo veré si me animo a hacer cosas distintas. En el hockey estamos muy limitadas, no podemos pisar la bocha ni agarrarla con la mano.

-¿Cuál es tu referente?

-Mariela Antoniska fue mi guía desde que tengo uso de razón. Cuando empecé a jugar al hockey a los 8 años, ella ya estaba en el seleccionado. Compartimos sólo un año, pero nunca una gira. Pero siempre será mi referente.

Fuente: Diario Olé

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