El armador argentino se ilusiona, aunque reconoció que no esperaban este nivel; hoy, a las 16, ante otro duro rival: Francia.
En un año de sinsabores para el voleibol argentino, los pasos iniciales en el Mundial de Italia encendieron la ilusión. Las dos victorias iniciales y el buen nivel mostrado ante EE.UU., a pesar de la derrota, cambiaron rápidamente las expectativas que había sobre esta renovada selección, la más joven de las que compiten en el Mundial, que hoy intentará comenzar con un triunfo ante Francia su paso por la segunda fase.
En un año de sinsabores para el voleibol argentino, los pasos iniciales en el Mundial de Italia encendieron la ilusión. Las dos victorias iniciales y el buen nivel mostrado ante EE.UU., a pesar de la derrota, cambiaron rápidamente las expectativas que había sobre esta renovada selección, la más joven de las que compiten en el Mundial, que hoy intentará comenzar con un triunfo ante Francia su paso por la segunda fase.
Y esa sorpresa por el nivel del equipo también se sintió en la intimidad del grupo que hace dos días llegó a Milan para esta segunda etapa. "Estamos sorprendidos por este arranque porque no veníamos con buenos antecedentes. Tuvimos 14 derrotas en la Liga Mundial y es difícil pasar de un extremo a otro, después de perder tanto", analizó Luciano De Cecco, el armador que, con 22 años, es uno de los referentes.
"Esta mejoría se nota desde afuera y nos la hacen ver nuestra familia y los amigos, pero también es algo que vamos viendo con el paso de los partidos. Y aunque veníamos mejorando en las prácticas, necesitábamos que nos salieran bien las cosas en la cancha", agregó.
Pero este equipo de jóvenes no se conforma con haber llegado hasta aquí. Hoy, a las 16, intentará dar otro paso para seguir avanzando. El objetivo sigue siendo el mismo: meterse entre los ocho mejores del mundo. "Seguimos con la misma mentalidad, con las mismas ganas que mostramos desde el principio. Estamos concentrados y necesitamos seguir mejorando para seguir creciendo", señaló De Cecco, uno de los mejores durante los primeros tres compromisos.
A pesar de su corta edad, este armador ya disputó el Mundial de 2006 y jugó dos Final Six de la Liga Mundial. Igual, no se siente referente, más allá del lugar que se supo ganar. "No creo que mi experiencia cambie algo en la relación con el grupo, somos un equipo y nos necesitamos todos, más allá de lo que pueda aportar en lo personal", resaltó.
Pero más allá del valor que le otorga a lo grupal, De Cecco no deja de reconocer la importancia de las actuaciones individuales para el futuro. "Javier [Weber] tiene proyectos para cada uno de los jugadores; no se cuál será el mío porque nunca lo hablé. Hay que aprovechar las oportunidades porque nunca se sabe si podés estar en la próxima convocatoria o te podés quedar afuera", afirmó.
Con el entusiasmo de siempre, pero con el ánimo renovado por las victorias ante Venezuela y México, De Cecco espera festejar otra vez. Para seguir ilusionándose. Para seguir creciendo.
Fuente: Diario La Nación
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