viernes, 24 de septiembre de 2010

Italia 2010 - El Manumental

La tropa de Weber se entrenó por primera vez en Reggio Calabria. Y lo hizo en el estadio PalaCalafiore, el mismo lugar donde un joven Emanuel Ginóbili empezó a explotar. ¿Los chicos de Javier correrán la misma suerte?.

Huele a fresco en el PalaCalafiore calabrés. Y no sólo es aroma a pintura, olor a retoque de último momento en este estadio que recibirá oficialmente desde mañana a la Argentina. Huele también a fresco el recuerdo de uno de nuestros más grandes embajadores deportivos. Dos vigas se cruzan en el aire en forma de arco sosteniendo la estructura de este Palazzetto dello Sport inaugurado en 1991. Debajo, todavía, la memoria deportiva del Maradona del básquet, del tipo que supo volver a poner al Sur en la boca de toda Italia, todavía sigue presente. El cuidacoches lo nombra; los técnicos de la RAI que hacen prueba de cámaras guiñan un ojo; los juveniles del Mymamy, el equipo voleybolístico de la ciudad se sacan el sombrero; los voluntarios, vestidos de azul de punta a punta, preguntan por él.

Sí, la Argentina hizo blanco en el sitio justo: fue a dar en el lugar donde Emanuel Ginóbili dio sus primeros pasos fuera del país -entre 1998 y 2000- y comenzó a hacer historia. Y en un equipo tan joven como el de Javier Weber... Quién te dice que...

“Hizo mucha historia Manu en esta cancha. ¿Quién lo duda? También jugó Carlitos Delfino, por ejemplo. Fue el primer puerto de muchos argentinos que triunfaron. Espero que la gente del básquet, entonces, venga a apoyar al vóley. Y que los chicos también sigamos haciendo historia”, le cuenta Luciano de Cecco, el más basquetbolero del plantel, a Olé . Y no falló en su descripción. Con la casaca del ya desaparecido (por problemas económicos) Viola Reggio Calabria, Ginóbili abrió puertas. Incluso la suya. Gracias al ojo clínico del allenatore Gaetano Gebbia, desde 1989 que no dejaron de llegar a esta ciudad repleta de squadras de Ascenso -en el deporte que sea- juveniles que mostraban pasta de campeones. Que Sconochini, que Montecchia (casualmente, recomendado por Manu), que Delfino, que... Una sucursal bien argenta, como el Tau en España.

La casa deportiva de Ginóbili en Calabria, la séptima más grande bajo techo de Italia, se nota aggiornada a los ponchazos. Sus accesos, a horas del Mundial, parecen complicados por el ripio y buena parte del chiquitaje aún está inconcluso. Una mirada desde lo más alto confunde al Francesco Calafiore (en homenaje a un prestigioso periodista deportivo de la ciudad) con una pelota de rugby aplastada y decorada, en su parte superior, con una suerte de repulgue de empanadas...

Por aquí, por este templo comunal de la calle Pentimele, pasaron grossos como Sting, Deep Purple, Laura Pausini y Mark Knopfler. También pasó Manu hasta la temporada 99/2000, cuando en playoffs la rompió frente al poderosísimo Kinder Bologna y los del chocolate se lo ganaron de mano al Olympiakos griego. Luego, el cuento brillante en la cuna del básquet que ya se conoce.

La Selección que dirige Weber dio sus primeros pasos en Reggio Calabria de 16.30 hasta las 18, cuando debió retirarse ante el ingreso del campeón olímpico, de nuestro rival del lunes, de Estados Unidos. Ellos también conocen a la perfección la historia de Emanuel Ginóbili. ¿Quién la quiere repetir?.
Fuente: Diario Olé (Por Martín Macchiavello)

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