miércoles, 8 de septiembre de 2010

Rosario 2010 - Silvina D´Elía: "No le tenemos miedo a nadie"

La mendocina sufrió el desarraigo, pero ahora es una pieza clave de las Leonas; confía en el potencial frente a cualquier adversario.

Lo interesante de Silvina D´Elía es cómo capitalizó su propio sufrimiento a su favor. La manera en que afrontó esas crisis que vive cualquier joven que, todavía en la adolescencia, decide dejar su provincia y adopta nuevos hábitos en Buenos Aires. Piti, ahora de 24 años, fue un talento prematuro surgido en Mendoza, a la que -también prematuramente- se la calificó de un "pichón de Rognoni". Tanta presión la llevó a renunciar en 2003, año en que ya había tocado el seleccionado mayor de la mano de Sergio Vigil. "Si hoy me volviera a pasar lo que me pasó, decidiría lo mismo, porque en ese momento no disfrutaba. Que me haya dado la confianza Gabriel Minadeo y ahora más el Chapa Retegui fue fundamental para estar más tranquila en el equipo."

Superado aquel desarraigo -con algún desamor en el medio-, D´Elía es hoy una de las responsables de que las Leonas sólo hayan recibido dos goles en los cinco triunfos de la Argentina en el Mundial. Desde su puesto de half derecho, sostiene la muralla para que luego Luciana Aymar y compañía intimiden en el semicírculo rival.

-Por fin el seleccionado tiene la tranquilidad de haber ganado el grupo en un certamen grande.

-Estoy leyendo el libro de Lucha [Corazón de Leona], en el que cuenta que al equipo siempre le costó eso, por haber perdido algún partido de la zona que lo dejó segundo. Era muy importante terminar invictas, pero no para evitar a Holanda, sino porque ahora vas con otra cabeza hacia las semifinales. Mientras que nos bañábamos después del partido con Inglaterra, a las chicas les preguntaba en el vestuario: «¿Qué prefieren para las semis, Alemania o Australia?». Y ellas me dijeron: «¡El que venga!». La verdad que es lo que sentimos, porque no le tenemos miedo a nadie; sí, respeto.

-Las jugadoras anglosajonas manejan fríamente la atmósfera que las envuelve cuando son locales. En cambio, ustedes conviven con toda esta euforia del público. ¿Cómo lo llevan?

-Es difícil controlar la ansiedad porque somos pasionales, como cualquier latino. Pero es un tema que ya trabajamos mucho en la parte psicológica y, además, somos capaces de copiar el modelo de las europeas en ese sentido. Es cierto: estar fría te sirve en varios momentos de un torneo.

-¿Regularon durante la rueda de clasificación, al tener algún partido ya controlado?

-¡Para nada! Si llego a decir que regulamos, el Chapa me mata. El equipo dio el ciento por ciento siempre. Así fue toda la vida, incluso cuando yo veía al seleccionado de chica por TV. Disfrutamos cada segundo y ahora vemos que sólo faltan cuatro días para que termine el Mundial. La felicidad que sentimos se nos nota jugando.

-¿Qué papel desempeñás en el plantel?

-Las líderes son otras, tenés a Lucha, a Sole García y a Alejandra Gulla. Yo intento volcar toda mi pasión al grupo. Me encanta cuando nos quedamos charlando después de comer, haciendo sobremesa. Siempre variamos con quién sentarnos y así charlamos con todas; ese simple detalle hace distinto a este grupo. Y después tengo mi humor ácido, pero lo importante es transmitir cosas buenas todo el tiempo.

-¿De qué hablan?

-De chicos, de otros deportes, y a veces nos hacemos las que entendemos de política. Porque la verdad, estar pensando todo el tiempo en el palito de hockey no es bueno. También contamos anécdotas con las que compartimos el seleccionado junior en 2005 [Luchetti, Barrionuevo, Succi, Rebecchi y Kañevsky]. Nos acordábamos que éramos medio tontas por la rivalidad que teníamos entre nosotras. Fue una rivalidad sin sentido, fomentada por el técnico [se refiere a Ernesto Morlán] entre las jugadoras de Buenos Aires y del interior. No lo supimos disfrutar, pero bueno, éramos chiquitas. Ahora, palpitamos este Mundial a cada instante.

En GEBA encontró su refugio
Piti D´Elía asegura que dio en la tecla al afincarse en Buenos Aires y jugar en GEBA, multicampeón del Metropolitano femenino. "Encontré el club apropiado, es como si fuese de ahí toda la vida, pero por supuesto que extraño a mi club de origen, Marista Rugby Club de Mendoza. Las raíces nunca se olvidan."

Fuente: Diario La Nación (Por Gastón Saiz)

No hay comentarios:

Publicar un comentario