Presenqui tiene 25 años y es el árbitro argentino más joven que alguna vez dirigió un Mundial. Su debut fue en Inglaterra 1-China 0 del martes junto a la experimentada australiana Julie Ashton-Lucy y allí cumplió su sueño.Irene Presenqui es rosarina y ama el hockey sobre césped desde que lo jugaba en Old Resian. Ella camina por el predio del estadio Mundialista y no quiere perderse detalle de lo que sucede allí. Hasta ahí, esta historia podría ser la de tantas chicas que, atraídas por el imán de Las Leonas, están en Rosario para seguir al equipo argentino. Sin embargo, su historia cuenta con un costado muy especial: Presenqui tiene 25 años y es el árbitro argentino más joven que alguna vez dirigió un Mundial. Su debut fue en Inglaterra 1-China 0 del martes (junto a la experimentada australiana Julie Ashton-Lucy) y allí cumplió el sueño que siempre tuvo de chica o, mejor dicho, desde que a los 14 años empezó a dirigir en divisiones juveniles.
“Tiempo después me enganché en un curso de arbitraje y no paré más”, cuenta Irene. “Como las dos cosas eran imposibles de hacer, resolví dejar el hockey”, agrega.
Y tus amigas del club, ¿que te dijeron?
-Al principio no les gustó mucho pero después me apoyaron.Cada 15 días “baja” a Buenos Aires para dirigir el Metropolitano y, mientras tanto, estudia Psicología y busca copiar a “mis ídolas” Soledad Iparraguirre y Carolina de la Fuente, las dos mejores árbitros del mundo que son argentinas, además. Antes había dirigido el Mundial junior de Boston del año pasado. Pero Rosario es su primera prueba grande en mayores…
¿Cómo reaccionaste cuándo te dieron la noticia de que dirigirías el Mundial?
-Recibí un mail de la Federación Internacional y tuve muchas sensaciones juntas. Fue una mezcla de alegría, desafío, orgullo y emoción. Lo que estoy viviendo es increíble.
Fuente: Diario Clarin
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