martes, 12 de octubre de 2010

Italia 2010 - Javier Weber: “Yo aposté alto y nadie nos creyó”

“Muchos decían o escribían que nos volvíamos en primera ronda”, se despachó el coach.

Tal vez haya sido por los gritos. Tal vez haya sido porque la carraspera llegó a su final y esa picazón, la de días y noches de angustia, ya había transformado esa garganta en seda. Javier Weber acabó su primer Mundial como entrenador, el sexto de su larguísima carrera, liberando lo que venía conteniendo desde su borrón y cuenta nueva. Desde su tute post 0-14 en la World League y la renovación de un plantel que tuvo a viejos conocidos viendo Italia 2010, por TV, cómo unos cuántos jóvenes tomaban la posta en silencio.

El 9º puesto ya era un hecho y los players ya empezaban a buscar sus destinos cuando el DT se despachó a gusto. Catarsis que le dicen. “Yo aposté alto y nadie nos creyó. Muchos decían, muchos escribían, que nos volvíamos en la primera ronda. ¿Y qué día es hoy?”, se despacha Weber sin perder la calma ni siquiera el último día del Mundial. La procesión iba por dentro. Era hora de disfrutar. Aunque en un país exisista como el nuestro...

-¿Podrás explicar por qué un 9° puesto les cae bien en un país donde sólo vale ser campeón?

-Estar entre los diez mejores le hace bien al vóley argentino. Es más, por cómo jugó el equipo, el 9° puesto es mentiroso. Lo dicen los italianos, lo dicen los brasileños: fuimos la revelación del torneo, todos comentan el futuro de este grupo. Vinimos a quedar entre los ocho de arriba pero los cruces no nos favorecieron. Jugamos con una entereza, soltura y agresividad que sorprendieron.

-En la previa buscabas recuperar la mística...

-Y se logró. Ese fue el máximo objetivo que logramos más allá de una buena posición: armar una mentalidad que nos permita jugarle de igual a cualquiera. Mentalidad que teníamos con el equipo anterior y que llegó a su techo. Por suerte, estos chicos no tienen límites. Por eso terminamos con seis triunfos y tres derrotas. Habría que ver si el sexto tuvo esos números.

-En el balance grueso, ¿con qué te quedás?

-Me gustó el juego en su conjunto. Hicimos hincapié en el saque y el ataque, con mucha velocidad de juego. Facundo (Conte) hizo un gran Mundial; De Cecco, también; Pereyra, Solé... El ‘dopo’ Milinkovic nunca fue fácil. A Marcos también le costó ser el killer, el arma fundamental del equipo. Mejor vamos despacito.

-¿Se puede hablar de la refundación del vóley?

-Este grupo despierta la esperanza de ir cada día un poco más. Y creo que merecíamos otra cosa. Este es un punto de partida.

-Con el envión que traen, ¿no jugarías ya la Liga Mundial 2011?

-Síiiii, me encantaría. Lo que pasó en estos 60 días de trabajo fue muy fuerte. Ojalá que cuando nos reencontremos podamos volver a vivir el placer que sentimos en este Mundial.

-¿Y Londres 2012?

-La escalera se sube escalón por escalón. Si no el golpe al caer es mucho más duro. Igual, sueño. Y espero que este equipo haya hecho soñar a la gente. Para muchos, un 9° puesto puede resultar poco. Para mí, por cómo se presentó todo, es mucho. La próxima buscaremos el octavo lugar, y después el séptimo, y después... Pero de a poco. No te olvidés que decían que nos volvíamos en primera ronda...

Fuente: Diario Olé

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