La Selección argentina de voley, que dirige Javier Weber, perdió por la primera fecha del Final Six de la Liga Mundial en el tie-break ante Brasil, el último campeón mundial, con parciales de 17-25, 25-23, 20-25, 25-19 y 10-15, se aseguró un punto pero no pudo romper la racha que ahora llegó a 13 partidos seguidos sin conocer la victoria.
Argentina, que clasificó a esta Final de Seis por ser el anfitrión en Córdoba, llegaba con muchas dudas por las doce derrotas en la misma cantidad de partidos del grupo D, pero subió mucho su nivel y le jugó de igual a igual a Brasil, la máxima potencia del voley mundial, que lo aventaja en el historial en Liga Mundial de forma avasallante: 19 victorias en 19 partidos.
Brasil dominó el primer set sin muchas complicaciones y tuvo a Endres Murilo como su máximo anotador con 20 tantos. En el segundo parcial, Argentina emparejó las cosas de la mano de Rodrigo Quiroga, capitán nacional y goleador del partido con 22 tantos, y de Federico Pereyra –que entró desde el banco-, autor de 20 puntos.
En el tercer set volvió a aparecer toda la potencia de Murilo, sumado a la soberbia actuación de Amaral Dante Guimaraes –que clavó 20 tantos- y los cariocas quedaron 2-1 arriba. En el cuarto Argentina mostró su mejor faceta: la garra. Con buenas intervenciones del líbero Alexis González y de Facundo Conte el conjunto nacional forzó el tie-break, en el que perdió por 15-10.
A pesar de la derrota, el público del Orfeo despidió a la Selección argentina con un cálido aplauso, reconociendo la actitud de los jugadores, y el técnico argentino, Weber, se fue conforme y esperanzado de poder lograr una victoria ante Serbia el viernes (hoy tiene fecha libre y se enfrentan Brasil y los europeos), que lo deposite en las semifinales.
Por el otro grupo, que conforman Rusia, Italia y Cuba, los rusos ya se clasificaron a semis tras ganarle a los italianos por 3-2 y a los cubanos también por el mismo resultado.
Argentina, que clasificó a esta Final de Seis por ser el anfitrión en Córdoba, llegaba con muchas dudas por las doce derrotas en la misma cantidad de partidos del grupo D, pero subió mucho su nivel y le jugó de igual a igual a Brasil, la máxima potencia del voley mundial, que lo aventaja en el historial en Liga Mundial de forma avasallante: 19 victorias en 19 partidos.
Brasil dominó el primer set sin muchas complicaciones y tuvo a Endres Murilo como su máximo anotador con 20 tantos. En el segundo parcial, Argentina emparejó las cosas de la mano de Rodrigo Quiroga, capitán nacional y goleador del partido con 22 tantos, y de Federico Pereyra –que entró desde el banco-, autor de 20 puntos.
En el tercer set volvió a aparecer toda la potencia de Murilo, sumado a la soberbia actuación de Amaral Dante Guimaraes –que clavó 20 tantos- y los cariocas quedaron 2-1 arriba. En el cuarto Argentina mostró su mejor faceta: la garra. Con buenas intervenciones del líbero Alexis González y de Facundo Conte el conjunto nacional forzó el tie-break, en el que perdió por 15-10.
A pesar de la derrota, el público del Orfeo despidió a la Selección argentina con un cálido aplauso, reconociendo la actitud de los jugadores, y el técnico argentino, Weber, se fue conforme y esperanzado de poder lograr una victoria ante Serbia el viernes (hoy tiene fecha libre y se enfrentan Brasil y los europeos), que lo deposite en las semifinales.
Por el otro grupo, que conforman Rusia, Italia y Cuba, los rusos ya se clasificaron a semis tras ganarle a los italianos por 3-2 y a los cubanos también por el mismo resultado.
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