Nocioni dejó atrás su mal año: quiere estar en las semifinales y cree en Delfino para reemplazar a Manu.Chapu llegó y ya empezó... Es una radio, no lo parás con nada”. Un compañero lo manda en cana, aunque a esta altura no es necesario. Todos saben cuál es el rol de Nocioni. No sólo en la cancha, donde tendrá uno aún mayor por la ausencia de Manu, sino también afuera, en la intimidad. “No soy el único que habla eh... Y ahora se agregó Pancho (Jasen), que también le da bastante...”, cuenta. La casa y la pesca son temas infaltables para el alero y ahora encontró a Paolo Quinteros para compartir experiencias.
Sale del hotel, cruza a la plaza y le llama la atención la altura de las palmeras. “Es hermosa la ciudad, me sorprendió. Estamos muy cómodos”, cuenta. Se lo nota feliz más allá de los dolores por el fuerte trabajo físico. “El reencuentro fue espectacular, como siempre. Hace mucho que no estábamos juntos. La pasamos muy bien, realmente somos una familia”, le reconoce a Olé.
-¿Este Mundial qué significa para vos en este momento?
-La diferencia puede estar por el lado que no fue una buena temporada para mí, a diferencia de cómo llegué a otros torneos... Fue embromada, con poca participación y muy incómodo en el equipo. Entonces volver al acá es importante. En la Selección soy feliz, me siento bien, importante y me devuelve las ganas de jugar al básquet.
-En las preparaciones, desde el 2003, se sufrió mucho en los amistosos. ¿Hay algo que corregir?
-A nosotros siempre nos preocupó más la puesta a punto física que lo deportivo. Los amistosos son necesarios, pero no se le puede pedir a un equipo que juegue bien rápidamente. Eso lo logramos cuando fuimos jóvenes y éramos 16 jugadores que se mataban por un lugar. Ahora no hay tantas vacantes en disputa y eso produce que en los amistosos no estemos como la gente espera, con lujos, volcadas, fajas... Todos tenemos el objetivo de llegar bien al torneo.
Ayer, en Bahía, Manu festejó su cumple N° 33. En Salta se lo extraña, pero como dijo Scola, “ya se dio vuelta la página”. Sólo se piensa cómo disimular esa gran ausencia.
-¿Cómo se hace? ¿Qué se pierde sin Ginóbili?
-Perdemos mucho el juego de pick and roll y el tema de la generación y descarga. Manu atrae mucha atención y reparte tiros para todos. Pero Carlitos lo puede hacer muy bien. Perdemos, pero ganaremos el protagonismo de Delfino. Este año lo vi en alto nivel en Milwaukee y si puede repetirlo, no se notará tanto la baja de Manu. En estos dos días acá, a Carlitos lo vi muy bien, metido, y le tengo fe. Igual, será una cuestión de equipo. Todos tendremos que dar un pasito más, aportar un puntito, un rebote y un esfuerzo para ayudarlo.
-Delfino es un gran talento pero no tiene la mentalidad asesina de Manu. ¿Qué le dirías para que dé un salto más?
-Que juegue como sabe. No le podés pedir que sea un Nocioni o un Scola con la forma de jugar. El siente el básquet de otra forma y demuestra su pasión de una distinta manera. Y no le podemos pedir que se transforme en algo que no es. Sí le podemos pedir que tenga más regularidad, que juegue bien todas las noches... Eso sería clave y lo puede hacer.
-Oberto es otro que busca ayudar más y se entrenó buscando recuperar su arsenal ofensivo. ¿Cuán importante sería?
-Sería muy importante tener otra vía de gol, un Fabri más confiado. Nos puede dar ráfagas cuando estemos trabados en ataque.
-¿Y tu aporte?
-Imagino que, al no estar Manu, nos tendremos que repartir los tiros y voy a tener mayor protagonismo, pero nada del otro mundo y todo dentro del equipo. Todos nos tendremos que adaptar. Seguramente Pablo (Prigioni) será más el dueño de la pelota y el resto se acostumbrará.
-¿Qué estilo se tendrá con respecto al pasado?
-En 2002 se jugaba más con sistema flex, con más circulación, y luego se pasó a jugar mucho para Manu, después fue Pepe el que tuvo la pelota y ahora será Pablo. Pero nosotros nos hemos caracterizamos por buscar la forma de ganar partidos, adaptarse y saber la fórmula. Nos hemos impuesto en el estilo.
-¿Por qué? ¿Qué tiene Argentina que no posee el resto? Talento nunca sobró tanto, ¿no?
-Talento tenemos porque jugar con personalidad y esfuerzo es un talento. Tal vez tuvimos la habilidad o la gente grande de otros, pero sabemos suplir esas falencias jugando al 110%. Ahora lo tendremos que repetir para volver a estar entre los cuatro primeros.
-¿Qué chances ves?
-Grandes. No es fácil, pero es el objetivo. Y en semi todo es posible, en Japón perdimos por un triple...
-¿Te ilusiona que haya casi 40 ausencias?
-Nos pone en la misma situación que el resto. No tenemos que pensar quién falta. Debemos concentrarnos en nosotros. Que si jugamos como sabemos y estamos bien físicamente, tenemos los jugadores, equipo y personalidad para luchar con el que sea.
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