martes, 20 de julio de 2010

Básquet - "Que somos favoritos no podemos negarlo" Por Miguel Romano


"El corazón hace bom, bom, bom, bom y, de repente, bom. bom., pero por suerte eso ocurre cada vez menos. Antes, cuando el latido se hacía lento, podía durar 30 segundos, ahora son uno o dos segundos y cada vez menos veces. Así que está todo bien." Asombrosamente, desde el primer día en que supo de su deficiencia cardíaca, hace casi tres años, Fabricio Oberto habló del tema con esa absoluta naturalidad, como restándole importancia. Incluso, hace un año, tras ser operado por esa arritmia en Austin, Texas, el cordobés contagió calma: "Me siento liberado, es un gran alivio; podría haber tomado pastillas toda mi vida, pero esto me permitirá seguir jugando".

Siempre su intención fue mantenerse activo, compitiendo, convencido de que los 35 años tampoco son un límite, mucho menos ahora que se viene el Mundial de Turquía y Sergio Hernández lo cuenta como pieza clave. Pero antes de darle el "okey" al técnico debió someterse a un chequeo. "Durante unos días tuve un holster, grabé los latidos y después se los envié por Internet a mi cardiólogo en Estados Unidos. Bueno, lo único fuera de lo normal fue ese latido prematuro ventricular. Pero no tengo taquicardia ni arritmia. Y creo que en la medida en que vaya tomando mejor estado físico el latido menos constante puede desaparecer."
-¿Fuiste al psicólogo para manejar un tema delicado con tanta serenidad?

-Ja, no. Está todo bien. No hay ningún peligro en que juegue. Yo estoy muy tranquilo. No va a pasar nada. Al psicólogo voy cada tanto para hacerme un service. Es como todo, pasado un tiempo tenés que limpiar (risas).

-Mejor, entonces, que esto sea insignificante.

-Creo mucho en los médicos, eso es clave. Igual, la fecha del 5 de junio, cuando me operé, la recuerdo como si fuese mi cumpleaños.

Imposible no mezclar el humor para un cordobés puro, criado en un pueblito como Las Varillas y formado luego en el hospedaje juvenil de Atenas, en plena capital de la provincia. "Vivo en Córdoba ahora y paso mucho tiempo con mi hija, que está por cumplir 5 años. Trato de darle todos los gustos porque pronto empezarán las concentraciones y los viajes y ya nos veremos mucho menos. Igual, voy seguido a visitar a mis padres y amigos en Las Varillas."

-¿Cómo va la preparación para el Mundial?

-Todas las mañanas trabajo con el profe Marcelo Vivas, el mismo que tenía en Atenas a los 18 años. Por ahora es todo físico, no empecé a hacer básquetbol. Estoy en un 30% y espero llegar con un 50 o 60% para la concentración con la selección en Salta (el 26 del actual). Esta semana espero empezar a mezclarme en algunos picados para tomar ritmo.

-Además, le pediste a Marcelo Milanesio que te ayude.

-Volver a la selección después de dos años es algo muy especial. Y el hecho de no haber jugado muchos minutos en Washington, esta última temporada, provoca la necesidad de empezar a recuperar algunos movimientos ahí en el poste bajo. En la NBA soy un jugador más de rol, pero en la selección necesitaré aportar más en ofensiva. Y en eso Marcelo es un fenómeno. Cuando los dos podemos, coordinamos las agendas y vamos a alguna canchita para entrenarme. Él sabe mucho de fundamentos y me dice "hacé esto, tirá así, salí para este lado, usá el gancho". Es como abrir el baúl de los recuerdos. Esto mismo lo hacíamos cuando empecé en Atenas. Marcelo me ayuda mucho y tenemos una gran amistad.

-¿Cómo te sentís? ¿Qué expectativas tenés para el Mundial?

-Estoy con muchas ganas. Extraño la presión de rendir y estar arriba con la selección. Encima, hace mucho que no juego playoffs en la NBA. Me falta esa adrenalina, necesito la presión del desafío. Por eso estoy enchufado, contento. Pensando en aportar cosas, en cómo colaborar con Luis (Scola).

-¿Qué chances tiene la Argentina de estar en el podio?

-Muchas. Hay varios equipos con posibilidades de estar arriba. Estados Unidos y España son grandes candidatos, pero nosotros tenemos un equipo con mucho oficio, carácter y confianza, que quiere llegar a lo más alto. El grupo hace tiempo que juega junto, cada uno conoce su rol y respetamos un estilo: defensa dura, rotación del balón, orden y pase extra.

-La Argentina no contará con Manu Ginóbili, pero otros equipos también sufrirán ausencias.

-La clave estará en quien se adapte mejor a esa baja. Y nosotros creo que sabemos jugar sin Manu, ya nos pasó.

-Scola dijo hace poco que se puede ganar el Mundial. ¿Qué opinas?

-Me parece bárbaro que lo diga. Transmite confianza y compromete. Creo que todos nos sentimos bien con esa presión de ir a ganar. El equipo tiene ese carácter. Que somos favoritos no podemos negarlo. Antes estábamos para la sorpresa, ahora no. Ya nos conocen muy bien.

Fabricio Oberto, uno de los abanderados de la Generación Dorada, con sus anillos dorados de Juegos Olímpicos (2004) y NBA (2007), ocupará un lugar más grande en la historia del básquetbol nacional, pues se convertirá, en Turquía, en el jugador argentino con más mundiales disputados (cuatro) junto con Marcelo Milanesio, por estas horas su profesor particular.

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